HOMENAJE A LAS MADRES EN SAAVEDRA


Una plaza por la memoria

Un mural con dibujos que conmueven por sí solos, placas con los nombres de los desaparecidos de Saavedra y otros barrios lindantes, la presencia de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, vecinos de esa zona que rememoraban recuerdos de otras épocas en cada ronda de mate y jóvenes mostrando su música confluyeron en el festival de inauguración de la Plaza Madres del Pañuelo Blanco, ubicada entre las avenidas Roberto Goyeneche y Ricardo Balbín.

La idea de imponer ese nombre a la plaza surgió entre un grupo de militantes independientes del Centro Cultural Entreletras y se concretó gracias al apoyo de la legisladora de Diálogo por Buenos Aires Gabriela Alegre, quien logró que la Legislatura porteña aprobara la nueva designación de la plaza, convertida desde ayer en naciente emblema verde de las calles de Saavedra.

“Esta fue una zona muy castigada por el Proceso, y la ampliación de la General Paz y después con el proyecto de la autopista arrasaron con las viviendas. Ante eso, queda la construcción colectiva como resistencia y creación que se refleja en lo que han hecho los vecinos en esta plaza”, destacó Alegre a Página/12, acerca de los perjuicios que provocó en el barrio la gestión del intendente de la dictadura Osvaldo Cacciatore.

La legisladora de Diálogo por Buenos Aires recordó también que “la plaza estuvo a punto de llevar el nombre del cura De Carbalo, quien le dijo ‘por algo habrá sido’ a Aurora Beloquio, una vecina de Saavedra, cuando le fue a preguntar por su hijo. Finalmente conseguimos, por unanimidad, que se aprobara el nombre Madres del Pañuelo Blanco”.

Entre las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo se percibía ayer una profunda sensación de satisfacción por ver a los vecinos movilizados en defensa de los derechos humanos por iniciativa espontánea de la comunidad, por fuera de las alternativas institucionales. En ese sentido se expresó Taty Almeida, referente de Línea Fundadora, visiblemente feliz.

“Las plazas tienen un significado muy especial, el significado de lo público y el aprendizaje de la sociabilidad. Los pibes ahora van a venir acá y van a preguntar qué son esos dibujos, de quiénes son esos nombres. Para la memoria es un aporte colectivo invalorable”, afirmó Taty Almeida a este diario. [Página|12: Tomás Forster]